lunes, 14 de diciembre de 2009

Energía de los macronutrientes.




La energía que necesitamos la podemos conseguir de 3 macronutrientes:

-Glúcidos. Entre el 50 y el 60 % de la energía total.
-Lípidos. Menos del 35 % de la energía total.
-Proteínas. Entre el 10 y el 15 % de la energía total.

La principal función de los glúcidos es aportar energía al organismo. De todos los nutrientes que se puedan emplear para obtener energía, los glúcidos son los que producen una combustión más limpia en nuestras células y dejan menos residuos en el organismo. De hecho, el cerebro y el sistema nervioso solamente utilizan glucosa para obtener energía. De esta manera se evita la presencia de residuos tóxicos (como el amoniaco, que resulta de quemar proteínas) en contacto con las delicadas células del tejido nervioso.
En esta tabla se puede ver la cantidad de energía obtenida de cada macronutriente, lo que se llama el perfil calórico de una dieta.
Los glúcidos deben aportar el 55 ó 60 por ciento de las calorías de la dieta. Sería posible vivir durante meses sin tomar carbohidratos, pero se recomienda una cantidad mínima de unos 100 gr. diarios, para evitar una combustión inadecuada de las proteínas y las grasas (que produce amoniaco y cuerpos cetónicos en la sangre) y pérdida de proteínas estructurales del propio cuerpo. La cantidad máxima de glúcidos que podemos ingerir sólo está limitado por su valor calórico y nuestras necesidades energéticas, es decir, por la obesidad que podamos tolerar.

La grasa, necesaria para la salud en pequeñas cantidades, se distingue de los otros dos macronutrientes, hidratos de carbono y proteínas, por su mayor valor calórico: es una fuente concentrada de energía que por término medio suministra, al ser oxidada en el organismo, 9 kcal/g y es esta su característica principal y la que determina su papel en los procesos nutritivos. Los lípidos son elementos de reserva y protección.

Las proteínas también proporcionan energía (4 kcal/gramo) pero, por razones fisiológicas y económicas, es poco recomendable utilizarlas para este fin. Sin embargo, si en la dieta no hay suficiente cantidad de grasas o hidratos de carbono, la proteína se usará para proporcionar energía. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en la inanición. Por todo ello la energía de las proteínas es la energía que menos necesitamos

En el perfil calórico de la persona a tratar se ve que tiene un exceso de consumo de grasas con lo que habría que reducir los alimentos ricos en grasas (se obtiene 35,2 % y es recomendable menos del 35%) y aumentar sobre todo el consumo de hidratos de carbono o glúcidos (se obtiene 51,4%) ya que éstos son la fuente de energía mas importante para el organismo. La energía de proteínas no es necesario modificarla ya que se obtiene un 13,3 % de energía de estos macronutrientes.




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